miércoles, 25 de junio de 2014

Crisis de fe (VII)



Los ocho transportes se posaron en el límite de la Ciudad Roja, aterrizando en un espaciado semicírculo en la llanura justo fuera del anillo más externo de hogares de Obreros. La formación en semicírculo era algo muy típico de Thrawn, observó Fel mientras él y sus tres escuadrones de cazas TIE proporcionaban vuelo de cobertura sobre la zona de aterrizaje. La Avenida del Sol Poniente, el camino que les conduciría al este, hacia la ciudad, era el punto de entrada designado, y Fel conocía comandantes que habrían centrado automáticamente sus fuerzas en ese vector para proporcionar máxima cobertura de flanqueo al avance principal.

Pero Thrawn hacía las cosas con algo más de sutileza. En lugar de eso, este semicírculo estaba centrado en un arroyo que fluía en dirección oeste-sudoeste a través de la ciudad, cruzando la hilera de transportes más o menos a medio kilómetro al sur de la Avenida del Sol Poniente. La suave pendiente de las orillas del arroyo ofrecía otro amplio punto de entrada, uno que un comandante inteligente y poco convencional podría elegir explotar. Ciertamente era una táctica que Thrawn podría llegar a usar, y una que sin duda Nuso Esva habría anticipado.

Como era de esperar, en ese momento Fel podía ver movimiento en las partes más internas de la ciudad, las zonas de los Midlis y los Circúleos protegidas por los paraguas de escudo de Nuso Esva. Algunos de los Soldados quesoth que habían sido desplegados estaban abandonando el centro de la ciudad y descendiendo la colina siguiendo el curso del arroyo hacia el puñado de baluartes naturales en las orillas.

Fel sonrió ampliamente. Nuso Esva no sabía que la mayoría de los transportes que se dirigían contra él, incluyendo el que se encontraba en el curso del arroyo, eran sólo para aparentar.

-¿Comandante Fel? –dijo la voz de Thrawn por el comunicador del casco de Fel.

-Hasta ahora, no hay resistencia, almirante –informó Fel-. Veo Soldados desplegándose hacia el arroyo, pero hasta ahora todo el mundo permanece bien dentro de la zona de escudos.

-¿Puede verse alguno de los cañones láser?

Fel se tomó un momento para mirar al tablero táctico compacto de su caza, deseando por un instante estar en su interceptor TIE habitual, con su conjunto de instrumentos mejorado. Pero, por supuesto, el interceptor, más nuevo y elegante, no habría funcionado igual de bien para esta misión en concreto.

-Nada a la vista –dijo-. ¿Hago una pasada por los agujeros más grandes del escudo para ver si puedo atraer algún disparo?

-Aún no, comandante –dijo Thrawn con esa mezcla de respeto, paciencia y diversión que Fel había advertido que parecía usar el gran almirante siempre que hablaba con él-. ¿Hemos interceptado ya alguna de las órdenes de la Reina?

-Negativo también en eso, señor –dijo Fel-. Probablemente todavía estemos demasiado lejos para recibir nada de los altavoces.

-Siga en ello –le indicó Thrawn-. Quiero saber el instante en que comiencen a escuchar Lenguaje de Soldado. ¿Comandante de blindados?

-Comandante de blindados al habla –dijo por el canal una voz plana, no humana.

-¿Están preparados los juggernauts?

-Lo están.

-Despliegue los juggernauts.

Fel hizo virar su caza en un giro cerrado hacia el transporte que se encontraba al otro lado de la Avenida del Sol Poniente. La puerta de acceso se abrió deslizándose en la parte superior curva del vehículo y un juggernaut apareció a la vista, veintidós metros de armas y blindaje pesado, moviéndose un poco torpemente sobre sus diez ruedas mientras maniobraba para salir al camino. Se había estabilizado y comenzaba a avanzar hacia la ciudad cuando apareció el segundo tanque, siguiendo por las marcas que había dejado el primero. Se puso en marcha por el camino justo cuando se hizo visible el que iba tras él.

Fel asintió para sí mismo y viró de nuevo trazando una curva hacia la ciudad. Si los tres primeros juggernauts habían conseguido salir sin problemas, no tenía ninguna duda de que los seis restantes lo harían de igual modo.

Mientras tanto, sus TIEs tenían otra tarea que hacer.

-Escuadrón Gris, formad a mi alrededor –ordenó Fel por su comunicador-. Barrido completo sobre la ciudad. Veamos qué agujeros encontramos para disparar por ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario