lunes, 12 de mayo de 2014

Fuga Carmesí (1)


Fuga Carmesí
Peter Schweighofer

Tú y tu propietaria, la señorita Carmesí, acabáis de aterrizar en el planeta Byblos, un mundo con una población asombrosamente inmensa. La mayoría de los ciudadanos viven en grandes torres que ascienden hacia el brillante cielo azul de Byblos. La señorita Carmesí ha aterrizado su nave, el Luz Estelar Roja, en el puerto estelar de la torre 214, nivel 3301, bahía de atraque 789012634. Nunca antes has estado en Byblos, pero has escuchado fantásticas historias acerca de las maravillas arquitectónicas de las ciudades torre, así como relatos de sus bulliciosas calles. Qué buena oportunidad de visitar este cautivador puerto estelar.
-Será mejor que te quedes en la nave –sugiere la señorita Carmesí mientras se dirige a la bahía de carga-. Byblos puede ser bastante confuso para nosotros los orgánicos, así que debe de ser completamente incomprensible para los droides como tú. Además, no quiero que te pierdas ahí fuera y que algún ruin pirata te robe para usarte como piezas de recambio.
Oh, cielos. Tal vez Byblos sea un poco demasiado peligroso para un droide como tú. Decides que es mejor que te quedes con la nave... para monitorizar sus sistemas mientras la señorita Carmesí se ocupa de sus asuntos, por supuesto.
Te acomodas en la cabina del Luz Estelar Roja mientras la señorita Carmesí descarga algunas cajas de suministros. No estás demasiado seguro de qué estáis transportando exactamente en la bodega de carga... y raramente te molestas en saberlo. La señorita Carmesí se ha involucrado en el pasado en varias situaciones algo menos que legales, que a menudo incluían transportar cargas ilegales. El contrabando es una profesión que es mejor no dejar en manos de simples droides.
Mientras estás sentado en la cabina, tu mirada vaga fuera del parabrisas de transpariacero para examinar ciertos aspectos de la bahía de atraque. A través de la amplia entrada puedes ver el exterior de la superficie de Byblos; a no mucha distancia ya puedes contar al menos otras 10 ciudades torre, al menos tan altas como la torre en la que te encuentras ahora. Recorres con la mirada un muro donde un técnico está desenrollando un conducto de energía, probablemente para recargar las células de combustible de vuestra nave. Cerca de la entrada al puerto estelar hay una pequeña oficina para el supervisor del hangar, que se encuentra cerca de la entrada hablando con un sargento de las tropas de asalto imperiales.
Oh, cielos, ¿era un sargento de las tropas de asalto? ¿Es posible que la señorita Carmesí se encuentre en algún tipo de problema?
Sales corriendo de la cabina y te diriges a la rampa de entrada de la nave. Descendiendo con cautela por la rampa, escuchas las ásperas voces de otros soldados de asalto procedentes de la compuerta de carga... ¡donde la señorita Carmesí estaba descargando sus cajas! Te asomas a mirar desde detrás de uno de los puntales de la rampa de entrada para ver soldados de asalto registrando varias cajas abiertas... Aunque no puedes ver su interior, estás casi seguro de que las cajas contienen algún tipo de sustancia de contrabando. ¡Y entonces ves cómo dos soldados de asalto colocan esposas de contención en las muñecas de la señorita Carmesí! ¡Oh, cielos!
Mientras los soldados de asalto conducen a la señorita Carmesí fuera de la bahía de atraque, ella se vuelve hacia el Luz Estelar Roja y, sin emitir sonido alguno, vocaliza para ti algunas palabras: “Ayúdame... a... salir... de... esta.” ¡Oh, no! ¡La señorita Carmesí está en problemas!

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Mientras observas cómo los soldados de asalto dirigen a la señorita Carmesí fuera de la entrada de la bahía de atraque, tu voluminosa mente droide queda repleta de preocupaciones y planes precipitados para rescatarla. Ante ti se abren varias opciones racionales, pero requieres más información antes de formular ningún plan definitivo. Además, no es que seas especialmente bueno en todo esto de ser un héroe.

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