viernes, 25 de septiembre de 2015

Testimonio 87638/37

Testimonio 87638/37
Eric S. Trautmann

Testimonio realizado por el comandante Breslin Drake, Inteligencia de la Alianza

En muchas ocasiones, la Alianza Rebelde ha dependido de –dicho sin rodeos- la pura suerte para cumplir sus objetivos. Tomemos como ejemplo la casi destrucción de la Alianza tanto en Yavin como en Hoth; desastres sin paliativos, sin duda, pero el hecho de que la Alianza sobreviviera a ambos ataques simplemente demuestra lo afortunada que ha sido la Alianza.
Desde entonces, la Inteligencia de la Alianza ha capturado datos imperiales relativos a las secuelas de la batalla de Endor, concernientes al estado de la cadena de mando imperial después de la destrucción de la Estrella de la Muerte.
Es probable que la segunda Estrella de la Muerte y el Super Destructor Estelar Ejecutor sirvieran como sistema de mando unificado. Teniendo en cuenta la remota posición del sistema Endor, la Estrella de la Muerte, el Ejecutor y la flota personal del Emperador eran las únicas fuerzas imperiales importantes en muchos años luz a la redonda. La capital de sector imperial más cercana (y el siguiente eslabón lógico en la cadena de mando) era Cannij Barr, en el sistema Annaj; un sistema a una distancia de casi dos días de viaje con un hipermotor Clase Uno.
Al parecer, el capitán del Impenitente actuaba por su cuenta y trataba de establecer la fuerza y posición de los rebeldes para informar a las fuerzas imperiales en Cannij Barr. Esta suposición se ve confirmada simplemente por la presencia de un Destructor Estelar imperial utilizando las llamadas tácticas de ataque y fuga; la doctrina militar imperial simplemente prohíbe tales maniobras, y el hecho del que el Impenitente intentara tales acciones es indicativo del estado confuso de la jerarquía de mando imperial. De hecho, la acción era un riesgo potencial para la carrera del oficial al mando del Impenitente.
En última instancia, los droides sonda del Impenitente no tuvieron éxito en el escaneo del despliegue de la flota estelar de la Alianza. Sólo un número mínimo de droides sonda consiguieron transmitir algún dato de vuelta al grupo de batalla enemigo que se reagrupaba en Cannij Barr. La información que logró llegar a los imperiales era mínima y contradictoria, y creo que esta falta de información fiable respecto al despliegue de la flota de la Alianza, unido a la ausencia de una autoridad de sector coordinada, es directamente responsable de un significante retraso en la represalia planeada por los imperiales. La cautela imperial realmente permitió que la flota rebelde mantuviera Endor y reforzara sus fuerzas en otros sistemas. De algún modo, la Alianza ganó un punto de apoyo.
Realmente la Fuerza nos acompañaba.

FIN DEL TESTIMONIO.

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