miércoles, 2 de septiembre de 2015

Permiso concedido

Permiso concedido
Peter Schweighofer

El almirante Ackbar y Mon Mothma se encontraban examinando el mapa estelar holográfico que flotaba sobre el escritorio en los aposentos de Ackbar cuando sonó el timbre de la escotilla de entrada. Mothma se incorporó y pulsó el panel de control de la puerta. La escotilla se deslizó a un lado, mostrando a uno de los guardias de servicio en el pasillo del crucero mon calamari.
-Canciller, la princesa Leia Organa está aquí para veros.
-Hazla pasar –urgió Mothma-. No la retengas con todos vuestros procedimientos de seguridad. –Se volvió hacia Ackbar-. Almirante, esta obsesiva atención a mi seguridad se está volviendo molesta.
-Le aseguro que estas precauciones son completamente necesarias para mantener la seguridad en la flota –replicó Ackbar.
La princesa Leia apareció en la escotilla.
-Entra, Leia –dijo Mothma-. Ackbar y yo estábamos hablando de los próximos movimientos de la flota.
-Con el fin de evadir las patrullas imperiales y ocultar nuestras propias fuerzas, estamos preparando varios saltos hiperespaciales hacia el Cúmulo de Minos –dijo Ackbar, señalando al sistema de mapas holográficos sobre su escritorio-. No entraremos en el Cúmulo, pero tenemos aliados cerca, y los sistemas adyacentes sólo tienen una presencia militar imperial mínima...
-En realidad, he venido a hablar de un asunto que no está relacionado con los planes de la flota –comenzó a decir Leia-. Como saben, el capitán Solo fue capturado por el Imperio en Ciudad Nube, y entregado a Boba Fett.
-Sí, hemos sido informados –dijo Ackbar-. Algo acerca de que el pobre hombre fue congelado en carbonita para llevárselo a ese vil gánster, Jabba el hutt. Un desarrollo de los acontecimientos de lo más lamentable. Esperaba que Solo nos ayudara a coordinar la llegada de esas nuevas naves corellianas cuando nos acerquemos a Voorlach...
La mirada de Leia dijo a Mon Mothma todo lo que la mujer necesitaba saber.
-Creo que este problema tiene menos que ver con la rebelión y más con la princesa –dijo Mothma.
-Sí. Me gustaría solicitar permiso para reclutar un pequeño grupo y perseguir a Boba Fett –dijo Leia finalmente-. Creo que con algunos de los contactos de Lando Calrissian, y la ayuda de Luke y Chewie, podríamos ser capaces de rescatar a Han.
-Ciertamente, el liderazgo del capitán Solo nos sería de utilidad en la flota –dijo Mothma-. Pero presiento que hay otras razones por las que deseas rescatarlo.
La mirada de Leia bajó al suelo.
Ackbar sonrió.
-Ya veo. Se concede el permiso para tu misión de rescate. Tal vez podamos hacer algunos arreglos para apoyar vuestros esfuerzos... conjuntamente a operaciones rebeldes ya existentes, por supuesto.
-¿Están seguros de que no se me necesita aquí? –preguntó Leia-. Sé que aún es necesario hacer tantas cosas...
-La teoría militar estándar dice que una fuerza dividida no puede ganar la batalla –apuntó Ackbar.
-Almirante, este no es momento de recitar sus dogmas de estrategia militar –le reprendió suavemente Mothma.
Ackbar se volvió hacia ella.
-A veces, la teoría militar puede ser una metáfora para los asuntos del corazón. Querida –dijo Ackbar, apoyando la mano sobre el hombro de Leia-, a veces debemos ganar la batalla en nuestro interior antes de luchar la batalla exterior.
-Tiene razón, Leia –convino Mothma-. Tómate el tiempo que necesites. Nosotros nos dedicaremos a reunir la flota. Cuando regreses con el capitán Solo, todos estaremos preparados para asestar un golpe al Imperio.

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